
Qué mente podrás estar tan perturbada como para crear personajes tan exóticos o tomarlos de alguna novela, darles una imagen material y finalmente inmortalizarlos en aquella pantalla de la que solo saldrán hasta que hayamos muerto?.
Severine me obligó a salir del mundo internamente bello para imaginarme en aquel exquisitamente sadomasoquista al que no se permite entrar por que salir será difícil. Porqué evitar ser parte de la última cena de Viridiana o quedarme encerrado en un espacio sin ningún pretexto físico mientras Silvia Pinal pierde su virginidad?
Si pudiera entrar en aquel mundo que creó esa mente desequilibrada imagino a un Fernando Rey que sigue buscando la forma de quitarle aquel calzón a "concita" o a Tristana esperando su muerte para poder dormir sin sobresaltos nocturnos. Si me quedó por más tiempo seré parte de la adaptación del clásico de Emily Brontë y del barrio de "el jaibo". Contaré las aventuras pasionales de Susana y entraré en el campanario donde "él" Arturo de Córdoba quiso matar a Gloria.
Buscaré ser parte de esa burguesía tan increíblemente extravagante y mirar de cerca con Dalí como el peluquero abre el ojo de su cliente. Y finalmente me retiraré no sin antes despedirme de Simón del Desierto que seguro seguirá sobre aquella torre esperando al diablo.
Esto sería el deseo de cualquier ser humano, entrar y vivir, por unas horas, en la mente de aquel genio inmortal del cine: Luis Buñuel.
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